El Lince

Lince…

Usted conoce

Los profundo secretos

De la magia y de los sueños

Pero no los revela

¡A nadie!

Que yo pueda aprender,

Así como la esfinge,

A controlar las palabras

Que yo pueda aprender

Así como el Lince,

A mantener el silencio

Según la tradición, quien desea revelar un secreto debe conectarse a la energía del Lince. Sin embargo, es muy difícil conseguir que el silencioso Lince comience a hablar. Si te acabas de conectar a la poderosa de cura del Lince, significa que existe algo que deberías saber y que aún no sabes. Significa que necesitas saber algo importante respecto a ti mismo o de alguna persona de tu círculo de relaciones. 

El Lince posee la capacidad de moverse a través del tiempo y del espacio. El consigue sumergirse en el Gran Silencio y traer cualquier misterio a flote, convirtiéndose así en el poseedor de los secretos de los sistemas mágicos olvidados y los conocimientos ocultos. EL Lince no es el guardián de estos secretos, y si el poseedor de estos secretos, lo que es bien diferente. El problema es hacer que el Lince nos revele estos misterios. Él prefiere salir a cazar pájaros o divertirse lanzando arena en tu cara. Después, se guarda en su silencio, encubriendo los misterios…

La energía del Lince está coligada a un tipo muy especial de clarividencia. Las personas del tótem del Lince consiguen vislumbrar imágenes mentales sobre los secretos de otras personas y son capaces de descubrir todo lo que ellas esconden de los demás y hasta de si mismos. Ellas detectan fácilmente los miedos, las mentiras y las auto ilusiones presentes en las mentes ajenas. Ellas descubren si alguien tiene un tesoro escondido, cuando existe alguno. Son las personas que saben, pero guardan los secretos, jamás revelándolos a los otros.

Si te olvidaste en donde escondiste tus propios tesoros, podrás obtener esta información de una persona del tótem del Lince, pero la única manera de persuadirla para que revele esta información es respetando escrupulosamente las prácticas y los rituales de la tradición de esta persona. Así, si consultas a una gitana del tótem del Lince, debes demostrar respeto a sus tradiciones pagándole con dinero después de la consulta.

Si consultas a un chaman de la tribu Choctaw, él usará algunas técnicas tradicionales para ayudarte, como, por ejemplo, tocar tu plexo solar. Después de la consulta debes ofrecerle un cobertor o una cierta cantidad de tabaco. Esta es la ley de las personas del tótem del Lince, tal como es practicada- entre otras culturas- por los indios norteamericanos, por los gitanos, por los egipcios y por los sufís.

Si tomaste la carta del Lince, esto significa que los secretos saldrán a flote. Si perteneces al tótem del Lince y posees sus poderes, presta bastante atención a las revelaciones que recibirás, ya sea en la forma de imágenes mentales, a través de una voz claramente audible por tu oído interior o en la forma de presagios, sea como sea, ten certeza de una cosa: la madre tierra se está comunicando contigo de alguna forma.

Si el Lince tocó tu puerta, déjalo entrar. El hermano o la hermana Lince podrán enseñarte a desarrollar tus poderes personales y hacerte recordar de cosas que olvidaste respecto a ti mismo. Pude ser que él te haga descubrir tesoros perdidos o te ponga en contacto con fraternidades olvidadas hace mucho tiempo.

Algunos chamanes acreditan que la gran esfinge del antiguo Egipto no es un león sino un Lince. Este Lince no habla mucho. Con su sonrisa enigmática, este gran felino vigila silenciosamente las arenas de la eternidad.

Contraria

Si la carta del Lince salió en la posición invertida, esto es señal de que estas muy hablador y necesitas cerrar la boca, pues algún chisme o declaración de vida que hiciste, dejo a este felino con los pelos erizados. Verifica si quebraste alguna promesa solemne o si traicionaste a algún amigo. Sino hiciste ninguna de estas dos cosas, puede ser que te hayas traicionado a ti mismo con tu habladuría, al revelar tus proyectos secretos a un competidor, o al cometer indiscreciones sobre tu última conquista amorosa. Analiza críticamente lo que dices y ve si no estas perjudicando a otros.

Haz un examen de conciencia e intenta oír más que hablar, interesándose genuinamente por las historias de otros. EL Lince está tratando de decirte que debes esforzarte por reconquistar la confianza de aquellos que te rodean. Solo así el Lince podrá volver a confiarte sus secretos.

Recuerda que el silencio vale oro, como dice el viejo dicho, y piensa bastante antes de exponer tus ideas, en vez de quedarte parloteando incesantemente como si tuvieras las respuestas para todas las preguntas. Si tu deseas hablar, aprende primero a escuchar, pues la verborragia no deja espacio para la escucha y el aprendizaje. El Lince es un profesor severo y, si él apareció en tu mano de cartas, es mejor que obedezcas sus instrucciones, caso contrario deberás correr con las consecuencias de tu insensatez. ¡Mejor, acaba con esta manía de saber todo!

Conviértete en un Lince y asume la sonrisa enigmática de la Mona Lisa. Solamente tu sabrás de lo que te estás sonriendo… No es necesario que el gato te coma la lengua y que te quedes completamente mudo. Solo es preciso que te quedes más atento a tus propias palabras y tengas dominio de los pensamientos que ellas expresan o simbolizan.